Reflexiones efímeras para días inciertos: Ame Agaru
Recientemente tuvimos oportunidad, algunos, de ver la película de Akira Kurosawa: Los “Siete Samurais” emitida con oportunidad del que hubiese sido el 110 aniversario de su nacimiento. Una película y un director de culto cuya presentación somera en cualquier blog de cine no ocuparía menos de 50 líneas, pero que, para nosotros, aquí, tiene su sitio porque ofrece en su variada obra varios títulos que nos permiten la inmersión en la cultura japonesa tradicional y una visión rigurosa sobre determinados aspectos del Budo.
Pues bien, tenemos una nueva oportunidad de hacer felices a todos los de casa (ahora que mandarte a paseo es ilegal) con otra película japonesa, más corta -eso sí- en versión original con subtítulos en español. Ame Agaru, “Después de la Lluvia”, pudo ser su última película, pero acabó siendo el último guion del maestro Kurosawa y posteriormente fue filmada por uno de sus discípulos y el equipo que tan bien le conocía.
Os recomiendo encarecidamente disfrutar de unos minutos de buen cine y, si se tercia y os place, no verla, sino mirarla con los ojos de un estudiante de un Budo, Aikido, no solo tradicional, sino preocupado por seguir siéndolo. En todos los aspectos que rodean nuestra práctica, y sobre todo en los relacionados con la etiqueta, son necesarios referentes que nos permitan comprender cuestiones que trascienden el dojo por ser transversales en una cultura, la japonesa, que a la mayoría nos es ajena pero que a través de Aikido está muy presente en nuestro día a día no solo en nuestro entrenamiento.
Un hombre risueño y de ademanes amables, pero de mirada poderosa y con una destreza infinita -cualidades, por cierto, muy parecidas a las del Ronin protagonista de la historia- nos enseñó los principios de etiqueta y marcialidad que rigen nuestra Escuela a los cuales, además, dotó de una preponderancia indiscutible sobre, por ejemplo, la técnica. Dejó un poso que envuelve nuestro Aikido, que todo el mundo puede ver, pero nadie puede tocar. Vuelvo, como veis, a Tamura Sensei y en este caso a pedir, tras mirar y pensar la película, la relectura del capítulo Etiqueta y Disciplina (despistados lean el post anterior).
“Un movimiento ejecutado siguiendo una etiqueta rigurosa, fortalece la estabilidad de la mente y pone la agresividad bajo control, establece la calma”, dice, y de la peli, algunos os quedareis con el manejo del bokken, otros con los desplazamientos, otros pocos con el estudio de la distancia o la belleza de … yo me quedo con la presencia de reigi.
La espera del samurai a que, tras la lluvia, bajen las aguas del río, crea la vivencia de esta historia. También nosotros estamos ahora a la espera de que deje de llover y las aguas vuelvan a su cauce.! Llenemos este tiempo de vivencias ¡
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